Parte importante de un único viaje que hicimos Antonio y yo para conocer la cultura Maya. En aquella época había una situación insegura en el país que por poco nos hace volvernos a México nada más llegar. Afortunadamente no pasó nada y pudimos completar nuestros objetivos turísticos con normalidad.
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Lo primero en visitar fue Antigua. La antigua capital de Guatemala conserva un marcado ambiente colonial, que perdura a pesar de haber sido destruida varias veces por los terremotos. |
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Algunas de sus calles nos recuerdan a Trujillo, por ejemplo. Los autobuses guatemaltecos son bien chulos |
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La segunda etapa fue el idílico lago de Atitlán con sus volcanes enmarcándolo. Allí asistimos a bailes de máscaras y contemplamos la vida local y su artesanía típica. |
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| No podíamos faltar a la cita del cercano mercado de Chichicastenango. Allí el colorido de las gentes y artículos es desbordante. Interesantísima además la iglesia, en la que los locales queman incienso y maderas y practican rituales un pelín alejados de la tradición católica | ||||
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Las ruinas de Tikal se encuentran próximas a la localidad de Flores, en zona de selva. Decidimos ir en avión y mereció la pena. Las ruinas que se conservan son magníficas e impactantes. Se trata de la ciudad más grande de las antiguas ciudades de los Mayas y se ocupó en su máximo esplendor entre loa años 200 a 850 d.C. Se abandonó a finales del siglo X. |
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Tikal |
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De Tikal nos volvimos a Península de Yucatán. |
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